jueves, 24 de mayo de 2012

TRAILER




PROPUESTA ARTISTICA



Sinopsis:


Mariano es co-propietario de una antigua casa aristocrática que ocupa hace unos años y la cual comparte con Andrea a quien lo une una relación de amistad muy particular. La habitación de servicio doméstico de la casa opera como refugio para Mariano ante la amenaza constante de ser desalojado por sus familiares que pretenden vender la propiedad. Sumado a esto, Mariano esgrime cuestiones ideológicas para habitar este espacio; despojarse de la abundancia y la comodidad que puedan ofrecer otras habitaciones o el uso “burgués” del mobiliario.
Jésica es una peluquera que se autodefine “colorista”, a quien Mariano conoce en un supermercado e invita a pasar la noche con ellos. A partir de la llegada de este nuevo personaje, se irán desmantelando la fragilidad de las ideas y convicciones que aparentemente unen a Mariano y a Andrea.
Obligados a entrar y salir corriendo de la casa para que ningún vecino perciba sus movimientos, se irán configurando las relaciones de estos tres personajes automarginados que deberán adaptarse a una nueva forma de vida en comunidad.


Sobre los personajes:


Esta obra es el resultado de un trabajo dramatúrgico y escénico que se centra en la búsqueda y construcción de personajes complejos, abordados desde una composición físico-expresiva y psicológica singular en cada uno. Partimos del interés por componer personajes que poseyeran una multiplicidad de capas: el cuerpo social, el cuerpo afectivo, el discurso ideológico (todos planos que muchas veces se encuentran en conflicto o contradicción dentro de una misma identidad).
La psicología de los personajes se constituye ficcionalmente en la medida en que el entramado de lo que hacen y dicen, sucede y delinea su complejidad. Los temas que surgen a nivel discursivo parecieran nunca agotarse. Un tema se engrana con otro, produciéndose así una suerte de composición musical de pensamientos en voz alta. En el decir de los personajes, tanto lo expresivo-afectivo como lo temático tienen el mismo nivel de importancia.
A partir de este entramado, se van produciendo vínculos sociales reconocibles: “la pareja”, “los amantes”, “el padre”, “las amigas”, “los camaradas”. Pero no hay una justificación para pasar de una forma de relacionarse a otra. O justamente este traspaso, este permanente ir y venir entre una convención social y otra, denota la constante búsqueda en la que se encuentran estos seres; incómodos e inconformistas ante las múltiples posibilidades que se les presentan. Deseantes de todo, incluso de cosas que en sí mismas se contradicen (el deseo de autonomía y libertad de Andrea por ejemplo, y a la vez su deseo de seducción permanente hacia los hombres: deseo éste que lejos de liberarla la somete).


La relación del espacio y los cuerpos como eje de la búsqueda dramatúrgica:


En Durmientes la habitación de servicio doméstico de esta casa aristocrática (Propiedad de Mariano) se convierte en un refugio dentro de la propia casa que funciona tanto como escondite, ya que dificulta que se revelen los movimientos de la misma, y como decisión política de su dueño de despojarse de todo aquello que pueda hacer referencia a la abundancia económica y a la comodidad burguesa.
Este personaje (Mariano) funda su propio refugio eligiendo el espacio más marginal dentro de las representaciones de poder y dominio que operan en la comunidad de una casa, poniendo en conflicto los límites de las normas de sociabilización y el universo de lo privado.
Esta propuesta discute al mismo tiempo con la tradición teatral realista- burguesa que privilegia el living de la casa como el espacio paradigmático donde integrantes y allegados, protagonistas y antagonistas, se reúnen para ventilar y eventualmente resolver el conflicto que expone la obra. A diferencia de este uso tradicional del espacio, en Durmientes la habitación de servicio doméstico, donde transcurre la obra, propone un espacio despojado de signos que organizarían el discurso de los cuerpos jerárquicamente.
Las posiciones y las líneas de poder que componen el entramado de relaciones entre los personajes, se establece por la dinámica que producen los cuerpos en la interacción con este espacio particular en las prácticas cotidianas de sociabilización. Las líneas de poder van fluctuando por las decisiones inevitables de esos cuerpos que se imponen sólo momentáneamente.


Palabras de la autora y directora:


“Durmientes surgió del interés compartido con los actores de crear tres personajes muy diferentes entre sí que poseyeran un cuerpo social, un cuerpo afectivo y un discurso ideológico con todas sus contradicciones.
Escribirla significó para mí llevar la propuesta de los actores en escena a zonas
más extremas donde el pensamiento, el cuerpo y la palabra tuvieran la misma intensidad.
Como dramaturga fui más una actriz conectada con la palabra desde un cuerpo
emocional; los personajes sin ningún tipo de filtro, dicen lo que sienten y piensan como buscando su propia voz o resistiendo al desalojo de su propio cuerpo. Los conflictos que se producen entre los personajes son un cliché de telenovela que ellos mismos logran trascender en defensa de su singularidad y deseo de estar juntos”

FOTOS


DURMIENTES REESTRENO 2012















DURMIENTES ESTRENO 2011











PRODUCCION FOTOGRAFICA






                          
                          


Fotografias .Brenda Bianco



PRENSA

Durmientes en Alternativa Teatral

Entrevista a la directora blog “La ventana”
Crítica Geo Teatral

Crítica en revista Ruleta China

Durmientes en el Festival Escena 2011

Nota a la directora






Domingo, 25 de septiembre de 2011
TEATRO › FLORENCIA BERGALLO Y SU OBRA DURMIENTES, EN ELEFANTE CLUB DE TEATRO

“Un mundo surgido de improvisaciones”

Así define la autora y directora la experiencia de su obra, en la que a su planteo se sumaron las facetas que surgieron en el trabajo con los actores, tomando como punto de partida una casa burguesa venida a menos, que oficia de refugio.

 Por Cecilia Hopkins

Obra escrita y dirigida por Florencia Bergallo, Durmientes desarrolla un momento clave en la historia de tres jóvenes que confluyen en un mismo espacio, una suerte de metáfora del deseo de encontrar un modo alternativo de socializarse en un mundo de convenciones y mandatos. La obra, que está presentándose los domingos a las 21.30 en Elefante Club de Teatro (Soler 3964), forma parte de la programación del Festival Escena 2011. El destacado elenco de Durmientes está integrado por Victoria Roland, Lola Lagos y Julián Krakov. La escenografía y la iluminación son obra de Julieta Potenze, el diseño de vestuario pertenece a Paola Delgado.
Bergallo nació en Córdoba, donde se formó como actriz junto a figuras relevantes del teatro y la danza de esa ciudad, como Cheté Cavagliato, Walter Cammertoni y Emilia Montagnoli, además de haber integrado el destacado grupo Cero.Punto Ellas. Hace cuatro años que vive en Buenos Aires, de modo que ya conoce a fondo talleres y maestros: “El estilo de teatro que caracteriza a cada estudio es muy marcado aquí”, advierte en diálogo con Página/12. “Por eso mismo, convertirse en un creador demanda un nivel de autonomía muy grande que cada uno debe conseguir”, sostiene.
“El mundo que aparece en Durmientes surgió de improvisaciones con los actores”, dice Bergallo, y luego subraya: “No quería hacer una obra sobre una familia ni sobre gente psicoanalizada que conversa sentada en un living”. Así, entonces, surgió la historia de Mariano –pintor de férreas convicciones marxistas y okupa de la casa que fue de su abuelo– quien, ante la posibilidad de que lo desalojen, resuelve mudarse a lo que fue la habitación de la servidumbre. Aun cuando comparte la vida con una amiga (la temperamental Andrea), Mariano trae a otra mujer a la casa (Jesica, sencilla y sentimental) con la intención de fundar un grupo humano que supere las condiciones de lo socialmente aceptado. Sin embargo, Mariano muestra contradicciones de todo tipo. Bergallo sintetiza: “El reproduce un sistema patriarcal porque cree que debe funcionar como el proveedor, protector y adoctrinador de las mujeres que viven con él, quienes tendrían que vivir según sus reglas”.
–¿Los personajes actúan para evadirse de los mandatos sociales?
–Durmientes refleja las formas obscenas en que el “mundo”, o el afuera, muchas veces se nos presenta, dejándonos expuestos y paralizados ante la cantidad de ofertas de cómo ser o cómo sentir lo que éste nos ofrece.
–¿Qué representa la pequeña habitación que comparten los tres personajes de Durmientes?
–El espacio donde transcurre la obra, esa casa burguesa destruida, se convierte en el mundo en el que los personajes se plantearán formas alternativas de relacionarse, creando nuevos códigos de sociabilización.
–Pero allí las leyes sólo las pone el hombre...
–Sí, Mariano es un provocador del sistema, un cuerpo que sólo encuentra un orden en el lugar que funda, pero está lleno de contradicciones, porque no puede huir de la idea de que es el hombre quien pone las reglas. A pesar de que está en contra de toda forma de sometimiento. Pero cada una a su modo, Andrea y Jesica desorganizan el “territorio” en defensa propia.
–¿Intentan escapar de un afuera hostil?
–No es una obra sobre la opresión. En Durmientes los personajes están ante un “afuera” que no es una amenaza, sino un vacío de sentido que intentan llenar o dar forma, creando una identidad provisoria, que hable de ellos mismos.
–¿Cuál es la forma de relacionarse que eligen?
–Los personajes “juegan” a ser otros, a ser varios. Se obsesionan con las diferencias del rol social, del rol familiar, se sacan la vestimenta de trabajo y la cambian por la vestimenta del ocio. Se aburren de sí mismos e intentan modificarse, a fin de encontrar en los otros alguna certeza, aunque sea provisoria, que confirme su existencia. No se encuentran, no se definen, no se gustan de un modo ni del otro. Pareciera que lo quieren todo, incluso cosas que se contradicen. Al mismo tiempo que se divierten, se exponen y hasta se preguntan seriamente por el significado de la palabra felicidad.
–¿Qué modelos tienen presentes las dos mujeres?
–Andrea busca un cuerpo y una forma de pensar con el cual sentirse identificada. No sabe si quiere ser rubia o morocha, feminista intelectual o tilinga o, simplemente, que todos los hombres la deseen. Jesica es peluquera, es una mujer aparentemente simple que busca enamorarse de Mariano y pasar la noche con él, mientras su hijo está con el padre.
–¿Por qué la obra se llama Durmientes?
–Porque quería remitirme a un estado de ensueño, desde donde es posible percibir la realidad de otro modo y reinventarla. Un “otro” lugar en el que todos imponen su mirada sobre el sentido de las cosas. Aunque la obra parece decir “había una vez un hombre que construyó un refugio”, los tres personajes se imponen con la misma fuerza en su necesidad por existir, por no estar detrás de una cortina de humo jugando a los fantasmas.



Crítica revista BA Voice